El estilo de vida determina en mucho la forma de
cuidar la salud y prevenir enfermedades
Dado que las enfermedades son resultado de los estilos de vida y los hábitos de
las personas y las repercusiones que tienen en la vida familiar y social,
debemos aprender a prevenirlas, principalmente valorando nuestra salud y
comprendiendo que la modificación o eliminación de algunos hábitos nocivos,
pueden dar por resultado nuestro bienestar y aumento de calidad en nuestra vida.
Generalmente, las normas establecidas para cuidar la salud, son conocidas por todos, pero practicadas por muy pocos, y nos lamentamos cuando tenemos que enfrentar todas las consecuencias de una enfermedad, pero cuando volvemos a recuperar la salud, nos volvemos a olvidar de nuestra seguridad.
Por tanto el cuidar la salud es sobre todo una cuestión de actitud, autoestima y respeto, por lo que de forma general, las enfermedades se pueden prevenir si:
- Se establecen hábitos alimenticios higiénicos y saludables. Esto es comer tres veces al día, alimentos de los tres grupos, sobre todo con abundantes frutas y verduras que contienen vitaminas y minerales que ayudan a prevenir enfermedades y sobre todo, cuidar mucho la higiene y frescura de los alimentos.
- Evitar el uso y consumo de drogas como el tabaco, bebidas alcohólicas y otras que van afectado el funcionamiento normal de los órganos del cuerpo.
- Aplicar a los niños y niñas todas las vacunas contempladas en el esquema de vacunación a la edad establecida.
- Visitar al médico al menos una vez al año, para control de la salud, aunque no se esté enfermo, con objeto de detectar a tiempo cualquier problema o riesgo.
- Se cuida diariamente la higiene personal, a través del baño, cepillado de dientes, cepillado y lavado del cabello, corte y limpieza de uñas, aseo de genitales, lavado de manos después de ir al baño y antes de ingerir alimentos, aseo y cambio de la ropa personal y de cama.
- Evitando el estrés, descansando al menos 8 horas diarias, ocupar el tiempo libre en actividades agradables y saludables y descansar en intermedios del trabajo, por lo menos 10 minutos cada 2 horas.
- Haciendo ejercicio físico diario, sobre todo si el trabajo diario es muy sedentario. Al menos es recomendable caminar durante 20 minutos al día.
- Estableciendo relaciones interpersonales adecuadas, respetuosas y afectivas, en el hogar, escuela, lugar de trabajo y evitando la violencia.